Sin duda alguna, la práctica hace al maestro, pero incluso un maestro puede cometer errores, ya sea en la cocina como en otros lugares. En este caso, solo hace falta que la memoria nos haga una mala jugada para descuidar la cantidad de sal que añadimos a nuestras preparaciones. Para solucionar esa metida de pata, o mejor dicho de sal, puede tomar en cuenta alguna de las siguientes soluciones fáciles para cada uno de los casos, según el plato.