Palmeritas de queso y crema

Las palmeritas de queso y crema son una deliciosa variante de este clásico bocadillo. Con un delicado sabor a queso fundido en su interior y una capa crujiente de hojaldre por fuera, son perfectas para acompañar cualquier momento del día. Su preparación es sencilla y el resultado, irresistible.

Repostería
1 hora
6 Porciones

Las Palmeritas de queso y crema son unos tentempiés deliciosos para cualquier ocasión.

Una vez que la masa ha reposado en el refrigerador, se extiende sobre una superficie azucarada y se enrolla con cuidado.

Al hornearlas, el aroma a queso se mezcla con la dulzura del azúcar, creando una combinación irresistible.

Una vez que las prueban, no podrán resistirse a pedir más.

Ingredientes

1 taza de Harina de repostería

1 taza de Queso

½ taza de Mantequilla a temperatura ambiente

1 cucharilla de Sal fina

Azúcar

Preparación

Paso 1 : Para preparar estos deliciosos bollitos de queso, primero se debe mezclar la harina y la sal, luego tamizar la mezcla y colocarla en forma de volcán sobre la superficie de trabajo.

Paso 2 : En el centro de la mezcla se agregan los daditos de queso y mantequilla, para luego amasar con cuidado hasta integrar todos los ingredientes y formar una bola.

Paso 3 : Posteriormente, se envuelve la bola en film transparente y se refrigera durante 3 horas.

Paso 4 : Pasado el tiempo de refrigeración, se espolvorea azúcar sobre la superficie de trabajo y se precalienta el horno a 200 grados.

Paso 5 : Se coloca la bola de masa sobre el azúcar y se extiende con un rodillo hasta obtener un rectángulo.

Paso 6 : Se espolvorea más azúcar sobre la masa conforme se trabaja, para evitar que se pegue a la mesa de trabajo.

Paso 7 : Luego, se procede a enrollar la masa sobre sí misma, presionando suavemente para que las vueltas se adhieran entre sí.

Paso 8 : Se sigue enrollando hasta que ambas puntas se encuentren en el centro.

Paso 9 : Se cortan rodajas iguales y gorditas, las cuales se colocan en una bandeja de horno forrada con papel.

Paso 10 : Finalmente, se hornean los bollitos de queso a 200 grados Celsius hasta que estén dorados, aproximadamente durante 20 minutos.