Cremolada de durazno

La cremolada de durazno es una opción refrescante y natural, ideal para disfrutar en cualquier momento del día. Su preparación, con azúcar, agua y pulpa de durazno, es sencilla y el resultado, un helado casero cremoso y delicioso. Una verdadera delicia para el paladar.

Para disfrutar de una refrescante bebida de verano, deben combinar la dulzura de los duraznos con la frescura de la crema.

Esta cremolada es ideal para compartir en una tarde soleada con amigos y familiares.

Con cada sorbo, sentirán la esencia de la temporada en sus paladares.

Cremolada de durazno

Repostería
15 minutos
2 Porciones

Ingredientes

250 gramos de Pulpa de durazno licuada

1 taza de Agua

125 gramos de Azúcar

Preparación

Paso 1 : Para preparar esta deliciosa receta, primero deberás calentar el azúcar con la taza de agua a fuego lento, moviendo constantemente hasta que se forme un almíbar.

Paso 2 : Una vez listo, apaga el fuego y deja que se enfríe.

Paso 3 : Luego, agrega la pulpa de durazno al almíbar y colócalo en el congelador durante tres horas.

Paso 4 : Pasado ese tiempo, retíralo, licúa la mezcla y vuelve a congelarla.

Paso 5 : Repite este último paso las veces que sea necesario hasta lograr la cremosidad deseada en tu helado de durazno casero.