25 Septiembre, 2021
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La comida de Cochabamba se encuentra entre la más apetecible y sabrosa en el continente suramericano. Muestra de ello, son las planchitas, una bandeja metálica a puro sabor.
Fue en octubre del año 1981 cuando en la ciudad de Cochabamba el señor Luis León Caero, acompañado de su esposa, Alicia Acuña de Caero decidieron añadir en el menú de su pequeño restaurante, un plato cuyo aspecto fuese irresistible al paladar de los comensales: la planchita.
Resulta que la combinación de churrasco, salchicha, morcilla, yuca y/o papa frita, chorrellana (pimentón, cebolla y tomate), huevo, queso y plátano frito, servidos en una plancha, no solo alimentaría el apetitivo de al menos 3 personas, sino que el resultado sobrepasó las expectativas en cuanto a sabor y aroma. Esta fue la sabrosa presentación de la familia Caereo y Acuña.
Cualquier restaurante puede servir planchitas, pero ninguno como el Restaurante “Las Planchitas Originales” de la familia Caero. La tradición de 40 años preparando este plato, sumado a la presentación de la más popular música boliviana, brindan una experiencia única para sus visitantes. Sin duda, muy positivo para el turismo y la cultura cochabambina.
Lo atractivo del plato es la presentación de la combinación de carnes y vegetales frescos en una plancha, incorporando un huevo frito como corona real: listo para llevar a la mesa. Como sea que se presente, las planchitas pronto se extenderían fuera de las fronteras de Bolivia. Hasta los vecinos colombianos no dudaron en presentar su planchita a la colombiana.
Así, las opciones de planchitas en Latinoamérica tienen su inspiración en la receta original de la familia Caero Acuña, cuyo prestigió la hacen merecedores como figuras de la gastronomía nacional, por tal contribución a la exquisitez de la buena comida.