Bolivia, es conocida como uno de los países con mejor gastronomía de Sudamérica, diversa como su gente, en las alturas, específicamente en la ciudad de La Paz, se erige imponente como el Illimani, la marraqueta.
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La marraqueta boliviana
La marraqueta boliviana

Este maravilloso pan, crujiente por fuera y aireado por dentro, está presente en la mesa de todos los estantes y habitantes de la ciudad, en mesa de ricos y de pobres, desde la mañana en el desayuno, como acompañamiento en el almuerzo, merienda o en la cena.

Nada mejor que tomar el café de la mañana, con marraqueta con queso collana o un delicioso sándwich de palta. En el almuerzo no puede faltar marraqueta para la sopa o los guisos, infaltable para el fricase, picante y caliente como su gente.

Este es un pan económico y accesible para el bolsillo de todos, está elaborado a base de harina de trigo, agua, sal y levadura. Tiene una forma alargada y ovalada, antiguamente las vendedoras de pan, obligaban a los compradores que querían marraqueta a comprar también sarnita, que es un pan redondo, suave que tiene encima un poco de queso, decían que estos panes estaban casados y no podías llevar solamente uno.

La marraqueta, también conocida como pan de batalla, ha sido declarada "Patrimonio cultural e histórico de La Paz", mediante Resolución emitida por la Prefectura del Departamento de La Paz, el año 2006.

Cuenta la leyenda que, este pan tendría un origen francés, como el baguette, el nombre proviene de panaderos de apellido Marraquette, que habrían emigrado desde la isla de Chios, ubicada en el mar Egeo, donde habría habitado hace más de un siglo Michel Jorge Callisperis de oficio panadero.

El joven panadero llegó a  Chulumani, en 1908 para elaborar pan como su principal fuente de ingresos, pero con el tiempo este pueblo resulto muy pequeño para él, que deseaba agrandar su negocio, entonces se trasladó a la ciudad de La Paz. Pronto encontraría trabajo en la fábrica de fideos Figgliozzi que, con los años, llegaría a pertenecer a la familia Sáenz.

Inicialmente, empezó a vender pan primero en la calle Bueno, luego en Miraflores, y finalmente este pan llego a comercializarse bajo el nombre de marraqueta Figgliozzi y era conocida como la mejor de la ciudad.

Si vienes a la ciudad de La Paz, no te vayas sin probar este sencillo pero increíble manjar, te aseguro que no te arrepentirás.