McDonald's cerró sus operaciones en Bolivia en 2011. En un documental realizado para explicar la decisión, la gerencia de McDonald's dijo "El rechazo está en la mente y la mentalidad de los bolivianos. Todo indica que la «comida rápida» es literalmente lo opuesto a la concepción de un boliviano de cómo preparar una comida. En Bolivia, la comida para ser buena requiere, además de sabor, cuidado y mucho tiempo de preparación. Así es como un consumidor valora la calidad de lo que entra en el estómago, también por la cantidad de tiempo que tomó para hacer la comida.".
En una entrevista para el diario BBC Mundo, Fernando Martínez, director del documental «¿Por qué quebró McDonald’s?» resumía su obra en una simple frase: “La cultura le ganó a una transnacional, al mundo globalizado”.
La experiencia boliviana de McDonald's no es una excepción en las marcas de comida global. Kellogg's estaba desconcertado cuando entró en la India, por ejemplo.
Sin embargo, no vamos a ver un problema similar al de Bolivia en la India, esta última ha respondido bien a la comida rápida, así que esa es gran parte de la batalla ganada. Los gigantes de la comida rápida han modificado sus menús para adaptarlos al paladar, introduciendo, por ejemplo, pizzas vegetarianas y hamburguesas de papa y manteniendo la carne de vacuno fuera del menú.
Además, en Bolivia existen, por ejemplo, pequeñas empresas que suministran a las tiendas locales salteñas localmente, ya que hay variaciones entre ciudades y provincias en el sabor. Hay algo así como un envoltorio de salteña disponible para su compra, básicamente una solapa de pasta preparada para construir salteñas.
La salteña es solo un ejemplo de la rica oferta de comida rápida que los bolivianos disfrutan a diario, y lo han hecho desde mucho antes de que apareciera McDonald's. En 2015 la transaccional vuelve a Bolivia con otra estrategia… aun así, parece no ganar la batalla a las delicias callejeras locales.
Nuevamente el año 2020 circuló en redes sociales rumores sobre el retorno de McDonald's al país altiplanico, pero se logró constatar que se trataba de publicidad alterada con datos sacados de contexto que generaron confusión y falsas esperanzas.