17 Septiembre, 2021
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De milanesa o lomito; con cerdo o jamón... el sándwich posee múltiples variaciones que las distinguen sea del país de donde provenga; para fiestas o en el estadio, esta última, la mejor manera de disfrutar el popular “trancapecho”.

El trancapecho es un variante de sándwich cuyo origen se remonta en Cochabamba. Es una adaptación singular del plato típico “silpancho”, también originario de esta ciudad, cuyos ingredientes sustanciosos como el arroz, carne, papas, huevos y especies son servidos dentro de dos rodajas de pan, al estilo snack.
Como toda comida popular, lo pintoresco y voluptuoso están presenten en este sándwich, que es, en resumen, cubrir el silpancho con dos rodajas de pan de toco, una porción de arroz, sarza (tomatey cebolla picada), y agregando como toque final, las papas cocidas y fritas. El trancapecho se convirtió en la estrella favorita de los aficionados cochabambinos en las tardes de los domingos, para degustar mientras se disfruta del partido de futbol.
Y así, el trancapecho se convirtió para los bolivianos, lo que el hotdog es para los estadounidenses: en el snack preferido en las gradas. Sus ingredientes típicos, como la salsa de tomate y la picadita de loroco, la hacen económica, tanto como antojo, o como comida para el obrero a la hora del almuerzo.
Este suculento manjar es perfecto para saciar el hambre de victoria, o para acompañar una tarde de amigos en las plazas tradicionales cochabambinas, ocasión especial, para retar a un amigo a ver quién termina de devorar primero un auténtico trancapecho; y cuya penitencia para el último o última en comer será… pagar la cuenta.