Nutritiva, deliciosa y afamada son algunas de las características de la sopa de maní. A la cual no por nada se le considera la sopa más clásica de Bolivia, junto al Chairo. Acompáñanos a saber un poco más de ella.
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Aprendiendo de la sopa de maní
Aprendiendo de la sopa de maní

Descripción

Formada a base de un caldo de maní o cacahuate, carne, apio, cebolla y perejil, al cual se le agregan arvejas, fideos, y zanahorias. Para finalmente servirla con papas fritas al hilo en la zona superior.

Variantes

Dependiendo de la zona donde se elabore, puede haber distintos tipos de sopas de maní. Por ejemplo, en ciertas zonas del valle añaden ají colorado, caldo ya sea de chivo o de res, y su respectiva papa; mientras que para los llaneros solo cambia en cuanto a su acompañante, que puede ser plátano frito, yuca o arroz.

Asimismo, en el Altiplano se le incorporan papas fritas y cordero.

Propiedades

El ingrediente principal de esta sopa es el maní, con el cual vienen una serie de propiedades altamente positivas para el cuerpo del consumidor, quien absorbe vitaminas del complejo B, como la B3 y B6, al igual que diversos hidratos de carbono, fibras y proteínas.

Con todo esto, se colabora con el correcto funcionamiento del hígado y páncreas, previene enfermedades del colon y de tipo cardiacas, a la vez que mejora la flora intestinal. Y disminuye la sensación de apatía, cansancio así como de debilidad.

Aunado a un reciente descubrimiento que plantea que puede fungir como antidepresivo, pues genera serotonina, el neurotransmisor responsable de transmitir mensajes entre las células nerviosas.

Finalmente, si todo lo anterior no sirvió para convencerte, debes saber que es bastante bueno para la salud de la vesícula biliar.

Eso sí, hay que tener mucho cuidado con las cantidades, pues todo en exceso es malo, y este platillo por muy delicioso y nutritivo que sea, no iba a ser la excepción.